El mes de julio sin plástico está llegando a su fin, pero seguimos publicando información relacionada con este material tan poco sostenible.
En esta ocasión traemos una reflexión y una opinión sobre la unión entre la vida lenta y la sostenibilidad.
La vida lenta
La vida lenta o slow life da nombre a esta web. Comprende una filosofía de vida que llama a la "consciencia de tus actos".
Ser consciente significa conocer las consecuencias de las decisiones que tomas a diario. Por ejemplo: elegir si despertarte 1 hora o 2 horas antes de ir a trabajar, elegir transporte público o bien coche particular, elegir mar, montaña o ciudad,...
Cada pequeña decisión tiene su repercusión tanto en nuestra salud como en el medio ambiente.
La vida lenta invita a conectar contigo mismo:
- Arraigar tus valores vitales: conectar con tus valores.
- Cuidar de ti mismx y de tu cuerpo: valorarse a sí mismo es el primer paso de una vida consciente.
- Cuidar de los demás y del planeta: aporta bienestar.
- Disfrutar de cada momento y de las pequeñas cosas de la vida.
La vida lenta y el equilibrio
Hay una conexión muy fuerte entre la vida lenta y la sostenibilidad.
La vida lenta tiene influencia tradicional, se trata de vivir como vivían nuestros abuelos aunque sin renunciar de las nuevas tecnologías.
- A la hora de alimentarse, la vida lenta o slow life apuesta por productos cultivados en la huerta de forma natural, productos de cercanía o locales.
- A la hora de vestirse, la vida lenta o slow life apuesta por moda sostenible, hecha a mano, local y sobretodo duradera. Hace décadas la ropa duraba mucho más que la de usar y tirar de hoy en día.
- A la hora de hacer deporte, la vida lenta o slow life apuesta por un equilibrio que te permita ejercitar tu cuerpo sin lesionarte.
- A la hora de trabajar, la vida lenta o slow life apuesta por un trabajo compatible con tu vida personal que te conceda tiempo para tí, siempre buscando el equilibrio entre trabajo, vida personal y salud.
La lista continúa, la vida lenta se puede aplicar a todos los aspectos de tu vida.
La vida lenta sin plástico
El estilo de vida lento es un estilo de vida sostenible.
Hace décadas las personas empleaban tela, madera y metales duraderos y en muchos casos reutilizables.
La vida lenta y sostenible apuesta por el empleo de estos materiales ancestrales que sustituyen al plástico.
Además, en sus diversas vertientes podemos encontrar el espíritu plastic free:
- Slow food: una alimentación ecológica, natural, a granel y sin plásticos.
- Slow turism o turismo ecológico: en el que además de respetar los entornos naturales puedes participar en su limpieza para liberarlos de plásticos u otro tipo de basura.
- Slow fashion: apuesta por la ropa de segunda mano y el reciclado de tejidos que en muchas ocasiones se fabrican con polímeros.
Si estás empezando una vida lenta o una vida sin plástico, te recomendamos leer nuestros artículos vida lenta y julio sin plástico.
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